Shin chan se pierde en el centro comercial. Cuando se da cuenta, se acerca al punto de niños perdidos donde acaba siendo una molestia para la encargada. Shin chan y compañía deciden limpiar la jaula de las gallinas de la guardería pero las gallinas no se lo pondrán fácil. La familia va al templo para presentar a Shin chan a los dioses. Cuando Shin chan recibe las bendiciones, la familia se hace una foto de recuerdo.